domingo, 23 de mayo de 2010

Lo que fue.

No sé si estar con la academia otorgue la certeza del conocimiento. Ahora entiendo por qué el rigor es una paranoia destructiva, casi asfixiante. ¿ Quién puede librarse del yugo del lenguaje ?

El libro ya está en venta.
Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario