domingo, 4 de abril de 2010

Respuesta innecesaria

Si es que existe una respuesta, que trascienda lo intiuitivo, digamos que el diseño personal del lenguaje no existe; más bien una adquisición, una posesión instantánea. La primer gran crueldad que aprendemos (aunque no sea tal) es el aprendizaje de las palabras; nos limita y crea un mundo acotado de sentidos. Nadie lo puede elegir, pero sí se debe diversificar las lenguas en un recién hablante; eso enriquece y crea lucidez en los conceptos, no limitados a la cotidianeidad. Sin embargo, volviendo un poco al tema, la forma en que se ejecuta al lenguaje aveces recurre a estilos imitativos que son irremplazables, explico: imitamos a un autor y no podemos dejarlo, si es que encontramos a otro nuevo, lo que sucede es una síntesis, una acumulación de estilos y por ello una fusión. O sea que el escritor es un ejercicio de simplificación, su existencia, su obra. Esto convertiría al ser un humano en un autómata del lenguaje. ¿Pero qué hay más allá?

PALIMSESTO (EX LIBRO DE LA INFELICIDAD): PALIMSESTO (EX LIBRO DE LA INFELICIDAD): DISCURSO DE HERTA MÜLLER

PALIMSESTO (EX LIBRO DE LA INFELICIDAD): PALIMSESTO (EX LIBRO DE LA INFELICIDAD): DISCURSO DE HERTA MÜLLER